"Para saber qué pasó hay que esperar, lleva tiempo", indicó este martes a la radio Mendoza Online el administrador general del organismo, Juan Pedro Irigoin.
"Era la zona más sobrevolada, estuvimos buscando allí desde el comienzo", comentó el titular de ANAC.
En la aeronave siniestrada, que no llegó a declarar su emergencia antes de precipitarse al río, viajaban el piloto Matías Ronzano, de 30 años; su copiloto Emanuel Vega, de 25 años, y Matías Aristi, de 37 años, hijo del dueño de la empresa Aibal, propietaria del avión.
La jueza Sandra Arroyo Salgado, instructora de la investigación, informó el domingo que han comenzado las tareas para recuperar los tres cuerpos, una labor que presenta dificultades porque la avioneta quedó enterrada a dos metros de profundidad en un área pantanosa.