"El salario mínimo solo se conocerá en enero, hasta entonces las cosas pueden cambiar", dijo el ministro de Planificación, Dyogo Oliveira, señaló el diario Folha de São Paulo.
Se estima que con el recorte las arcas públicas ahorrarán 3.000 millones de reales (948 millones de dólares), ya que en Brasil 45 millones de personas cobran el salario mínimo, muchos de ellos pensionistas y jubilados que reciben esa cantidad de parte del Gobierno.
Por ley el salario mínimo en Brasil se define en base al porcentaje de crecimiento de la economía de dos años antes sumado al porcentaje de la inflación, pero como el Producto Interno Bruto retrocedió un 3,6 por ciento en 2016, la variación negativa no será reflejada.
El Gobierno revisó el martes al alza sus previsiones de déficit para 2017 y 2018, debido a la baja recaudación propiciada por la crisis económica y se espera que en esos dos años sea de 159.000 millones de reales (más de 50.170 millones de dólares).