"Aunque no hay datos oficiales sobre el número de detenciones, estimaciones fiables sugieren que entre el 1 de abril, cuando comenzaron las manifestaciones masivas, y el 31 de julio, más de 5.051 personas fueron detenidas arbitrariamente. Más de 1.000 siguen detenidas, según algunos informes", dice un comunicado publicado en el sitio web del ente.
La Oficina del Alto Comisionado también denuncia la práctica de "otras violaciones de los derechos humanos, incluyendo incursiones violentas en las casas, tortura y malos tratos a los detenidos en relación con las protestas".
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El Ministerio Público venezolano, según los datos correspondientes al pasado 31 de julio, estaba investigando 124 muertes en relación con las protestas.
De este número, según ACNUD, al menos 46 son atribuibles a las fuerzas de seguridad y otras 27, a los llamados "colectivos", grupos paramilitares que apoyan al Gobierno.
"Desde que en abril comenzó la ola de manifestaciones, ha habido un claro patrón de fuerza excesiva contra los manifestantes", cita la nota al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein. Y esta tendencia, a su juicio, "no muestra signos de disminución".
"La responsabilidad por las violaciones de derechos humanos que estamos documentando recae en los niveles más altos del Gobierno", dijo Zeid.
El Alto Comisionado hizo "un llamamiento a todas las partes para que busquen una solución a las tensiones que se agravan rápidamente en el país, renuncien al uso de la violencia y tomen medidas para lograr un diálogo político significativo".
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