El objetivo inmediato de la administración de Moreno es "destituir por cualquier medio al vicepresidente Jorge Glas, al mayor estorbo en sus ambiciones", escribió el 2 de agosto Correa en su cuenta de la red social Twitter.
Las declaraciones de Correa se dan luego de que saliera a la luz un audio de un delator de Odebrecht que vincula directamente a Glas en la gestión de sobornos de la constructora, lo que hizo que durante la jornada del miércoles el actual presidente anunciara medidas al respecto.
Según Correa, "el nuevo instrumento de persecución" que utilizará el Gobierno será la Contraloría, que el martes pasado anunció que realizará una nueva auditoría a la deuda pública nacional contraída durante la década de gestión del expresidente.
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La resolución se emitió después de que Moreno, quien fue vicepresidente de Correa entre 2007 y 2013, revelara que el país adeuda más de 41 mil millones de dólares y que esos compromisos se deben a decisiones desmesuradas de la anterior administración.
Advirtió que estaría en camino también la destitución de los integrantes del Consejo de Participación Ciudadana, encargados de nombrar a las principales autoridades de control de la nación, y del fiscal Carlos Baca Mancheno.
"Para tod@s los ecuatorianos que amamos al país, la democracia, los derechos humanos: a impedir que regrese esta clase de "política", pidió, y exigió a sus partidarios "rechazar los camisetazos [cambios de partido] en la asamblea, organizándonos para la revocatoria del mandato de asambleístas vendidos".
Previamente, el expresidente insinúo que Moreno no cambiaba su política, se retiraría de Alianza País y conformaría un nuevo partido político.
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Está previsto que por la noche del 2 de agosto, el actual mandatario se dirija al país a través de una cadena nacional en la que informará de las decisiones tomadas.
