"No me imaginé que se juntarían en pocos meses (de asumir) dos acontecimientos tan graves fuera de nuestro control inmediato: el escándalo de Lava Jato en Brasil generó nefastas consecuencias en el Perú", dijo el mandatario al presentar un balance de su primer año de gestión.
"La cadena de pago a varios contratistas se interrumpió, pero era más importante demostrar que aquí en Perú tomamos medias enérgicas contra la corrupción, acciones que han sido reconocidas en otras partes del mundo y vistas como un ejemplo en la región de América Latina", señaló.
La Operación Lava Jato, de la Policía Federal de Brasil, comenzó en 2014 con el fin de investigar desvíos en torno a la empresa Petrobras, y acabó destapando el mayor escándalo de corrupción de la historia reciente de ese país, con ramificaciones en otras naciones latinoamericanas.
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"El cambio climático es un importante desafío global que nos está jugando malas pasadas, debemos estar preparados; por eso la gran tarea de reconstrucción es un a reconstrucción con cambios", dijo a los congresistas.
El jefe de Estado afirmó que la combinación de Lava Jato y El Niño "costó 2% del producto interno bruto".
"Esto redujo el crecimiento de la economía peruana, cuya tasa ya venía descendiendo marcadamente desde mediados de 2014", añadió.
El mandatario indicó que, en vez de un crecimiento de más de cuatro por ciento que se esperaba para este año, será de menos de 3%.
"Este ritmo es totalmente inadecuado para una economía emergente como la del Perú", lamentó.
El fenómeno tiene efectos diferentes en distintas regiones, pudiendo provocar la ocurrencia de abundantes lluvias durante períodos prolongados, así como déficit de precipitaciones, que pueden derivar en sequías.