"Nos pegaron porque les gusta", dijo al canal C5N Camilo Mones, delegado de la Comisión Gremial de PepsiCo.
Acompañados de movimientos y partidos de izquierda, los gremialistas se acercaron hasta el Parlamento tras haber realizado un corte en una de las principales arterias de la ciudad, que liberaron cuando recibieron una intimación de la fiscalía.
Con un gran cartel en donde se lee la consigna "No compres PepsiCo", los trabajadores se toparon con una columna de agentes de seguridad que bloqueaban su acceso al Congreso.
Esta es la verdadera lucha #NOCOMPRESPEPSICO #pepsicoenlucha pic.twitter.com/dv8nJ6vpZj
— GABRIEL OCAMPO (@GabrielOcampoSL) 26 июля 2017 г.
Tras algunos incidentes aislados en los que la policía lanzó gas pimienta a algunos manifestantes que los increpaban, los trabajadores pudieron finalmente acercarse hasta el Congreso, donde por el momento tienen prohibida la entrada.
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PepsiCo anunció en junio la clausura de una fábrica localizada en el municipio bonaerense de Vicente López, y decidió el traslado de la producción a la ciudad balnearia de Mar del Plata, también en la provincia de Buenos Aires.
#AHORA en el #obelisco apoyando a las trabajadoras y trabajadores de #PepsiCoEnLucha
— Pan y Rosas (@PanyRosas_Arg) 26 июля 2017 г.
🔁 #PeleaComoLeona 💪🏼🌹
❤️#NoCompresPepsico pic.twitter.com/sdOWhpVhCP
De las 691 personas empleadas en la planta, 155 realizaban tareas administrativas y fueron relocalizadas en otras oficinas, mientras que otras 410 aceptaron la doble indemnización que ofrecía la multinacional.
Según el Sindicato de Alimentación, entre 57 y 63 empleados continúan reclamando su incorporación a la empresa.
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Los trabajadores que no aceptaron la oferta de la empresa ocuparon a finales de junio la fábrica en la que trabajaban, pero fueron desalojados y reprimidos por Gendarmería y la Policía Bonaerense.