"Brasil dará continuidad a la revitalización del Mercosur, en las vertientes de la integración comercial, de los derechos humanos y de la democracia", informó el ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil en un comunicado.
La intención es "dar prioridad" al fortalecimiento del mercado común y a la agenda de las negociaciones externas, especialmente con la Unión Europea, con la Asociación Europea de Libre Comercio, con Canadá y con los socios asiáticos, además de proseguir con el programa de trabajo ya acordado con la Alianza del Pacífico.
El Mercosur está formado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay y según datos del Gobierno brasileño representa la quinta mayor economía del mundo, con un Producto Interno Bruto de 2.700 millones de dólares.
Venezuela está actualmente suspendida, Bolivia está en proceso de adhesión y los estados asociados son Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam.
Brasil recordó que el bloque "también es fundamental" para la actividad industrial de los estados parte, ya que en 2016 aproximadamente el 84% de lo que Brasil exportó a los países del Mercosur fueron bienes industrializados.
En comparación, las exportaciones brasileñas de bienes industrializados al mundo representaron el 56% del total.
El presidente brasileño Michel Temer viajaba a la ciudad argentina de Mendoza, para participar de la cumbre del bloque.
El presidente brasileño está denunciado por corrupción ante el Tribunal Supremo Federal y podría perder el cargo a principios de agosto si la Cámara de Diputados autoriza que la denuncia siga su trámite.
Frente a las dificultades en la gobernabilidad el mandatario intenta en estos días dar mensajes de estabilidad, remarcando la presencia de indicadores económicos que apuntan hacia una salida de la crisis y poniendo en valor recientes logros de su Gobierno, como la aprobación de la reforma laboral.