"Muy pronto aspiramos a que lleguen a Venezuela los cancilleres o representantes presidenciales de los cinco países convocados como grupos de amigos para facilitar el diálogo político y la paz en Venezuela", señaló Maduro en una rueda de prensa ofrecida a medios internacionales en el Palacio de Miraflores (sede de Gobierno).
Los países que se sumarán al nuevo intento que realizará el Gobierno por reactivar el diálogo con la oposición son República Dominicana, Uruguay, El Salvador, Nicaragua y San Vicente y las Granadinas.
"Esos cinco países ya están haciendo gestiones y se reunieron con la canciller Delcy Rodríguez en Cancún, México, y ella debe llegar con un conjunto de información para comenzar a acelerar el acompañamiento", expuso.
El jefe de Estado indicó que espera lograr "más temprano que tarde" un enlace con la oposición que les permita volver a sentarse en una mesa de diálogo.
La última plenaria tuvo lugar el 12 de noviembre y en ella acordaron, entre otras cosas, trabajar por la paz, sumar esfuerzos para combatir "la agresión a la economía" nacional y superar el estancamiento generado por la declaración de desacato a la Asamblea.
Ese proceso de diálogo se realizó bajo la compañía de los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, de España, Leonel Fernández, de República Dominicana, y Martín Torrijos, de Panamá, además de contar con la participación del Vaticano y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
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Maduro aseguró que, aunque, ha mantenido algunos contactos con los líderes de la oposición, necesita que se concrete una agenda que contribuya a la paz del país.
"Mantengo contactos con la oposición pero son reuniones secretas; el diálogo lo vamos a concretar, pero como primer punto les pido que desmovilicen a sus grupos de la plaza Altamira (este) y dejen de llevar niños a sus protestas", indicó.
Además, el mandatario acusó a sectores radicales de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de financiar bandas armadas y suministrarles drogas para generar violencia.
