Según la Comisión Estatal de Elecciones, están habilitadas para votar unas 2,8 millones de personas.
"Es una oportunidad contundente para dar un paso hacia la estadidad", dijo este domingo apenas abrieron las urnas el gobernador Ricardo Rosselló, promotor de la consulta, en declaraciones a la radio local Noti Uno.
La oposición, en tanto, llamó a boicotear el plebiscito después de que el Departamento de Justicia de EEUU obligara al Gobierno de la isla a incluir el estatus actual (estado libre asociado) entre las opciones que figuran en la papeleta del plebiscito, que originalmente solo contenía dos opciones: estadidad y libre asociación/independencia.
Puerto Rico, que desde 1952 es un estado libre asociado de EEUU, no goza de los mismos derechos y deberes de los demás estados estadounidenses, pero está subordinado en una variedad de asuntos a Washington.
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Esto permite al Congreso de Estados Unidos determinar qué porciones de su Carta Magna se aplican a Puerto Rico.
Estados Unidos no tiene ninguna obligación de aceptar el resultado del plebiscito del 11 de junio si contraviene sus intereses.