"Primero estoy indignado con este país; gente pasando hambre en todas partes, gente sin escuela, sin salud y un país corrupto; estoy atado simbolizando la población que no sabe manifestarse, que supo votar pero que no sabe manifestarse", lamentó André Rouglas, según informó la radio Jornal de Brasilia.
El hombre ató sus dos brazos al cartel situado a la entrada del edificio del TSE como si estuviera crucificado.
El TSE evalúa esta semana si la campaña conjunta de Rousseff y Temer en las elecciones de 2014 se financió en parte con recursos ilícitos de la trama corrupta de Petrobras.
Si finalmente son condenados, el actual presidente debería dejar el cargo y la exmandataria perdería sus derechos políticos; no podrían volver a presentarse para ocupar un cargo público en los próximos ocho años.