"Existe un riesgo político que aumentó en las últimas semanas; es importante que Brasil implemente las reformas planeadas y que los acontecimientos políticos no alteren ese escenario para la recuperación de la economía", dijo el director de la OCDE para Brasil, Jens Arnold, en declaraciones al diario O Globo.
Arnold señaló que existen indicadores positivos como la caída de la inflación y el "esfuerzo" que Brasil está haciendo por mejorar las cuentas fiscales a largo plazo —en alusión a la reforma del sistema de pensiones— y subrayó que como "nadie sabe lo que va a pasar" lo más importante es seguir en ese camino reformista.
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El responsable de la OCDE cree que Brasil sigue siendo un país "relativamente cerrado" en términos económicos, por lo que considera positiva la disposición del actual Gobierno en promover una mayor apertura.
Brasil atraviesa una crisis política después de que salieran a la luz graves acusaciones de corrupción contra el presidente Michel Temer.
Por ello, la tramitación de medidas económicas como la reforma laboral y la reforma del sistema de pensiones, muy esperadas por el mercado financiero pero rechazadas por la mayoría de la población, está encontrando dificultades en el Congreso Nacional.
