Una marcha en la región de Cinelândia, en las afueras de Río, dio lugar a incidentes cuando un pequeño grupo de manifestantes erigieron barricadas en la calle y les prendieron fuego.
Al menos tres autobuses de la red municipal y un vehículo privado fueron quemados, lo que obligó a dispersar momentáneamente la manifestación que se celebraba frente al Teatro Municipal.
Los primeros incidentes se produjeron a primera hora de la tarde en una manifestación frente a la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro, en el centro de la ciudad.
"Fue algo absurdo, la policía llegó y empezó a lanzar bombas y gas lacrimógeno encima de todas las personas, generando escenas de pánico (…) lo que está ocurriendo aquí es una dictadura", denunció el diputado Glauber Braga, del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL) en un video transmitido en sus redes sociales.
La protesta se inició de forma pacífica, hasta que un grupo de encapuchados comenzó a lanzar piedras contra efectivos de la Policía Militar, que reaccionaron atacando al conjunto de los manifestantes con gas lacrimógeno y disparos de balas de goma.
Los incidentes ocurridos en Río de Janeiro son, por el momento, los más graves registrados en una jornada de huelga general en todo el país.
Por la mañana la Policía Militar detuvo en São Paulo (sur) a 16 personas, acusadas de realizar actos de vandalismo cuando intentaban cortar el tráfico en diversas calles del centro de la ciudad.
Brasil celebró el viernes una huelga general impulsada por sindicatos y movimientos sociales de izquierda contra la reforma laboral y la reforma de las pensiones del Gobierno de Temer.
