"En principio la rebelión fue causada por una riña entre grupos rivales", informó en rueda de prensa el secretario de Justicia y Derechos Humanos del Gobierno, Airton Siqueira.
La rebelión empezó poco antes de las 6:00 hora local (9:00 GMT), cuando los presos empezaron a golpear las rejas en el momento en que los agentes se preparaban para el cambio de turno.
"Cuando la torre observó un movimiento extraño los funcionarios fueron a verificar qué estaba sucediendo en el Rayo Azul (un segmento de la cárcel) y fueron recibidos con disparos de fuego; ahí empezó la confrontación armada", aseveró el secretario.
El Gobierno señaló que las investigaciones ya han comenzado con el objetivo de dirimir por qué los presos tenían dos revólveres y de qué manera las armas llegaron a la cárcel.
Un problema habitual
"Sospechamos que los detenidos tenían intención de aproximarse al muro para escapar", aseguró el presidente de ese sindicato, João Batista, en declaraciones al portal G1.
La cárcel de Sinop tiene capacidad para 326 presos, pero en la actualidad alberga más de 700, según datos del propio Gobierno de Mato Grosso.
La masificación de las cárceles brasileñas es una de las principales causas de este tipo de incidentes, que suceden con bastante asiduidad.
A principios de año una ola de violencia en cárceles de los estados de Amazonas, Roraima y Rio Grande do Norte, al norte del país, dejó más de 100 detenidos muertos.