"Al firmar y enviar al Congreso el proyecto de ley para reformar el capítulo 15 de la actual Constitución, abrimos al fin las puertas para que Chile pueda tener una Carta Magna que lo represente, que acoja nuestra diversidad y nos dé las herramientas que necesitamos para nuestra vida en común", declaró la mandataria en un discurso.
Esta iniciativa pretende levantar una Convención Constitucional, que tendrá la misión de elaborar una nueva Constitución, "en democracia y junto a la ciudadanía", indicó la jefa de Estado.
Tras cerrar el proceso participativo a principios de este año, en el cual intervinieron 204.000 personas de todo el país, la máxima autoridad dio inicio a la fase institucional en la construcción de la nueva Carta Magna.
En esta etapa se convocará a discutir sobre la elaboración del documento y sus contenidos, por medio de una Convención Constitucional que se instalará si se cuenta con el voto conforme de las dos terceras partes de los senadores y diputados en ejercicio.
"Es muy importante dejar en claro que la forma y composición que tome la Convención Constitucional no está cerrada a ninguna alternativa y eso es parte central del debate que debe iniciar el Congreso con este proyecto de ley", puntualizó la máxima autoridad.
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Posterior a esta etapa, será la ciudadanía quien deberá ratificar la nueva Constitución.