El director de la Policía Nacional Civil, Nery Ramos, no descarta que los ataques, producidos en varias zonas de la capital guatemalteca estén relacionados con los hechos ocurridos en el Centro Correccional Etapa II, donde se produjo un motín que causó la muerte a dos funcionarios del establecimiento y otros cuatro fueron tomados como rehenes, indica el diario Prensa Libre.
También reclamaban mejoras en las visitas y en la alimentación, y amenazaron con matar a otro funcionario si sus demandas no eran atendidas.
Tras la liberación de los rehenes, se produjeron los enfrentamientos entre la policía y los pandilleros, en los que al menos 11 personas fueron detenidas, añade Prensa Libre.
El incendio se produjo cuando algunas niñas prendieron fuego a unas colchonetas y al quedar atrapadas, murieron calcinadas.
Otras fallecieron días después a causa de las quemaduras.
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Las adolescentes protestaban por malos tratos y hacinamiento en ese centro estatal.