El periodista fue asesinado a balazos en Ciudad Altamirano, en la llamada zona de Tierra Caliente, del conflictivo estado de Guerrero y, según la información con la que cuenta la ONU-DH, Pineda Birto "ya habría sido amenazado anteriormente y su situación de riesgo había sido puesta en conocimiento de las autoridades", dijo Jarab.
"Este ataque debe ser investigado de manera pronta e imparcial, agotando todas las líneas de investigación incluyendo las relacionadas con la actividad periodística del señor Pineda Birto", porque "ningún ataque a periodistas debe quedar impune", destacó el representante de la ONU.
Los ataques contra la prensa en general y contra los periodistas en particular, "no solo afectan a las víctimas y a sus familias, sino a la sociedad en su conjunto pues generan un clima de temor entre quienes ejercen el periodismo", señaló.
Esos crímenes "coartan la libertad de expresión y, por tanto, la sociedad se ve privada de su derecho a recibir información libre y plural en asuntos de interés público", puntualizó Jarab.
El funcionario internacional reiteró su compromiso para seguir cooperando con las autoridades mexicanas en materia de protección de periodistas y combate a la impunidad, y expresó sus condolencias y solidaridad con la familia, amigos y colegas del periodista.
Pineda sobrevivió a otro ataque a balazos en septiembre de 2015, y antes del asesinato publicó en sus cuentas de redes sociales que había recibido amenazas de muerte por sicarios y denunciaba vínculos del Gobierno de Guerrero con el crimen organizado.
Antes de este crimen, en México habían sido asesinados 118 periodistas y 20 más fueron desaparecidos desde el año 2000, de acuerdo con la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), por lo que es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo en el continente americano.