"Gracias a la coca hemos conseguido la liberación, hemos conseguido llegar al poder político; por eso vamos a seguir defendiendo la coca", dijo Vegamonte.
El dirigente recordó la lucha de los cultivadores de coca en la década de 1990, cuando las autoridades de Bolivia desarrollaron una estrategia de lucha antidrogas que planteaba "coca cero" en este país.
La coca es la materia prima de la cocaína, pero también un cultivo y alimento ancestral de los pueblos andinos de América del Sur.
"Estados Unidos no solo quería eliminar los cultivos de coca, sino a los productores de la hoja sagrada", dijo el líder agrario.
La norma elimina a la coca de la lista de sustancias controladas, por lo que sus productores ampliarán sus posibilidades de aprovechar sus bondades en la industrialización y elaboración de productos derivados.
"Fueron los extranjeros los que convirtieron a la coca en droga", apuntó Vegamonte.
"Nosotros vamos a defender nuestra cultura, nuestro culto, para nosotros nuestra religión se celebra con nuestra hoja de coca, no escuchando sermones", añadió.
El dirigente, dedicado a la producción de papa en el municipio de Morochata en el departamento de Cochabamba (centro), se declaró consumidor de coca "para tener fuerza" en sus labores agrícolas.
El presidente Evo Morales, máximo líder de las seis federaciones de productores de coca de Cochabamba, planteó en 2006 ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas la despenalización del vegetal.
La norma extiende los cultivos legales de coca hasta 22.000 hectáreas, 10.000 más que las que permitía la ley 1008, de sustancias controladas y régimen de la coca, aprobada en 1988.
Los cocaleros de Cochabamba y de la región tropical de Los Yungas, en el departamento de La Paz, son considerados la principal fuerza social que respalda al Gobierno de Morales.
Se estima que solo en Los Yungas más 30.000 familias se dedican al cultivo de coca.