Los altercados sucedieron principalmente en la avenida Presidente Vargas, una de las más importantes del centro de la ciudad, y se saldaron con mobiliario urbano roto y caos en la circulación.
Algunos de los detenidos rompieron altavoces de sonido y decoración en las inmediaciones del Sambódromo, que ya estaba listo para los desfiles de las escuelas de samba en Carnaval.
El Sambódromo está situado justo al lado de la sede de la Cedae, donde se congregaron decenas de personas de forma espontánea para protestar contra su venta.

La aprobación se produjo en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro por 41 votos a 28 y pilló por sorpresa a la oposición, ya que se esperaba que las mociones presentadas contra la venta de la empresa se debatieran a lo largo de la semana.
Los trabajadores anunciaron una huelga, pero remarcando que mantendrán operativo el 30 por ciento del servicio y que los usuarios no se verán afectados por cortes en el suministro de agua.