"Desde noviembre de 2016 y hasta febrero de 2017, en virtud del incremento en el precio de la harina y del gas (incluyendo los últimos aumentos), el precio que pagarán los consumidores habrá registrado un aumento acumulado del 83%, muy por encima del nivel general de precios (que sufrió un incremento del 41)", advirtió el organismo.
Aunque el precio internacional del trigo se ha mantenido estable en los últimos años, el Gobierno de Mauricio Macri tomó una serie de medidas que repercutieron en el precio interno del cereal, indicó el CEPA.
Una de ellas fue la devaluación de 40% de la moneda local que se produjo apenas Macri llegó al poder, en diciembre de 2015.
Además, el Gobierno también eliminó los impuestos a las exportaciones del trigo, que hasta ese momento estaban gravadas con el 20%.
"Es posible, en virtud de la desaparición de los stocks acumulados y la mala calidad de las últimas cosechas, que los molinos y distribuidores se estén adelantando a futuros incrementos en el precio del trigo", observó el CEPA.
"Una panadería que pagaba 1.000 pesos mensuales de gas (64 dólares) en enero de 2016, pasará a pagar 9.240 pesos (592 dólares) luego del nuevo tarifazo de gas", ejemplificó el informe.
El pan y los productos derivados representan un 2,87% del gasto promedio de los hogares argentinos, según el Índice de Precios al Consumo calculado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
La inflación anualizada llegó en enero a 37,7% en todo el país, según el Índice Congreso, una estimación que cada mes difunde un grupo de diputados opositores en base a los cálculos que realizan consultoras privadas.