"Desde el 10 de febrero por lo menos 96 familias se han desplazado de los municipios de Tibú y Teorama como consecuencia de la presencia de un grupo armado 'posdemovilización'", informó Ocha en un informe entregado a la prensa.
El reporte da cuenta de que un primer grupo de familias afectadas se desplazó desde Teorama a veredas cercanas tras la presión del grupo armado, mientras que otra parte de ese grupo emigró a Venezuela.
"A la fecha de elaboración de este informe se evidencia que persiste temor generalizado en la población y se estima riesgo de que se presenten nuevos desplazamientos masivos en la zona", advirtió la oficina de la ONU.
Sin embargo, el organismo consignó en su reporte que la Defensoría del Pueblo registró que algunas de las familias ya han retornado a sus comunidades.
La presión del grupo armado, que llegó a la región o incrementó su presencia en ella tras el proceso de desmovilización de la guerrilla de las FARC, también mantiene intimidadas a las comunidades Sahpadana y Brubuncanina, del pueblo indígena Barí, a una de las cuales también habrían llegado campesinos desplazados.
"Algunas de las familias desplazadas se ubicaron en un Refugio Humanitario constituido por campesinos de la región el 14 de febrero en el perímetro de seguridad de la ZVTN (Zona Veredal Transitoria de Normalización) de Caño Indio, en Tibú", donde permanece concentrado un frente de las FARC en vías de desmovilización y desarme tras firmar un Acuerdo de Paz con el Gobierno en noviembre pasado.
El departamento de Norte de Santander, que comprende a los municipios de Tibú y Teorama, entre otros, es uno de los que registra mayor presencia de grupos armados en Colombia, en especial de la guerrilla del ELN y disidencias del paramilitarismo que ahora buscan apropiarse de las tierras que dejó las FARC tras la firma de la paz.
Amplias hectáreas de la región permanecen sembradas con cultivos ilícitos y presentan rutas definidas para el transporte de alcaloides, lo que las convierte en objetivo de los grupos armados ilegales.