"El país podría cambiar en los próximos años su perfil primario exportador que nos ha vuelto una economía dependiente y vulnerable a la volatilidad de los precios en el mercado internacional", afirmó el ejecutivo.
De acuerdo con datos del IBCE, el déficit comercial del año pasado se convirtió en el mayor de la historia de Bolivia llegando a —1.213 millones de dólares.
El valor de las exportaciones en 2015 fue de más de 8.700 millones de dólares mientras en 2016 apenas superó los 7.000 millones.
El 2016 las exportaciones no tradicionales sumaron 1.833 millones de dólares, 1% menos que en 2015 (21 millones de dólares menos) mientras que el volumen exportado aumentó en un 7%, señalan los datos del IBCE.
"Podríamos estar pensando en convertir a Bolivia en un país no sólo exportador de grano o derivados, como el aceite, harina de soja, sino en exportador de carne de pollo, de cortes seleccionados de res, de cerdo o de aves, hay mucho por hacer en el campo de la agropecuaria y la agroindustria", sostuvo Rodríguez.
Para que Bolivia logre cambiar su perfil primario exportador son necesarias políticas que rompan el esquema financiero impuesto en el país desde el 2011 "con un tipo de cambio fijo que ha convertido al país en uno de los más caros de la región y que se refleja en el déficit comercial".
"El Estado debe dejar hacer, escuchar y apoyar al sector empresarial para que invierta más", concluyó Rodríguez.
A su vez, el Gobierno boliviano pretende ampliar la superficie cultivada de 3,5 millones a 4,7 millones de hectáreas para la producción alimenticia los próximos cinco años, según el Plan de Desarrollo Económico y Social 2016-2020.