Otro piquete bloqueó durante varias horas de la tarde la estratégica carretera hacia el estado central de Querétaro, un polo industrial automotriz, en un punto a unos 100 kilómetros de la capital, en ambas direcciones.
Los manifestantes se convocaron a sí mismos mediante las redes sociales y para vestir de blanco portaron banderines, con letreros contra el aumento, que calificaron con la popular consigna de 'El Gasolinazo' del Gobierno.
Otra carretera vital bloqueada fue la que va de Zihuatanejo hacia la carretera costera que enlaza con Acapulco. Esta infraestructura viaria conecta ambos puertos turísticos del Pacífico, en el estado de Guerrero.
Para liberalizar los precios, de acuerdo a las leyes del mercado, y suprimir los subsidios que hasta la fecha se daban en México, décimo productor mundial de crudo, el aumento de precios se mantendrá hasta el 3 de febrero, y a partir de entonces se aplicarán dos aumentos semanales hasta el 18 de febrero.
La tarifa se determinará desde entonces de forma diaria por la libre competencia, en la cual la petrolera estatal Pemex solo será un competidor más, gracias a la autorización de importar y vender refinados del crudo que establece una reforma energética.
Las protestas se extendieron a otros estados como Colima, en el centro del país, y Veracruz, Morelos y Chiapas —los estados más empobrecidos—, en el sur.
Un sector que debuta en las protestas es el de los gremios de taxistas, que carecen de subsidios del Estado, mientras tienen que enfrentarse a nuevos competidores.
En Chiapas fueron bloqueadas carreteras que conducen hacia la frontera mexicana con Guatemala y otros manifestantes impidieron el acceso a diversas gasolineras.
Ese tipo de protestas se extendió sin que se reporten, hasta la fecha, grandes conflictos para los automovilistas y las personas que comienzan a regresar a sus casas después de las celebraciones de las fiestas de Fin de Año.