"Lo que me preocupa es la mentalidad que vamos creando en los niños y en los jóvenes (…) la mentalidad que vamos creando lastimosamente no es de un país reconciliado, sino de un país que busca venganza", dijo el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, en rueda de prensa.
Varias organizaciones de derechos humanos y familiares de ejecutados políticos calificaron de "show mediático" ese mensaje de perdón por parte de los condenados recluidos en el penal de Punta Peuco y consideraron que se intentaba una "reconciliación forzada".
Asimismo, criticaron la solicitud de beneficios carcelarios, como la libertad condicional o los indultos humanitarios para los reos ancianos o con enfermedades terminales, asegurando que perpetúan la impunidad.
"Nosotros no hemos pedido nada que sea impunidad o que vaya más allá de lo que está establecido por la ley, sabiendo que los crímenes que se han cometido son gravísimos", subrayó.
Ezzati reiteró que para cumplir la legislación vigente se debe ser "muy estricto", pero destacó que existen excepciones contempladas en el indulto presidencial, como cuando el reo se encuentra ante la pérdida de conciencia o una enfermedad terminal.
El derecho internacional establece que los beneficios penales o carcelarios no son aplicables a condenados de crímenes de lesa humanidad.