En un comunicado, el Gobierno remarcó que ese punto es "central para que se encuentre un equilibrio futuro en los gastos con jubilaciones y se basa en el envejecimiento de la población brasileña".
"El Gobierno hará todo lo posible junto a su base aliada en el Congreso Nacional para mantener el texto original de la reforma", remarcó el Palacio del Planalto en la nota.
Según este texto original, la edad mínima de jubilación pasaría a ser de 65 años y se aumentaría gradualmente hasta los 67 años antes del año 2050; los brasileños tendrían que trabajar 49 años para cobrar la pensión completa.
El texto despertó críticas de sindicatos como la Central Única de los Trabajadores (CUT) y el diario Estado de São Paulo publicó este viernes que el gobierno estaría dispuesto a negociar la base de los 65 años, algo que finalmente fue desmentido.