La delegación del equipo salió del aeropuerto de Guarulhos, en São Paulo, con un vuelo de la compañía boliviana BoA hasta Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y de ahí tomó otro avión de la boliviana LaMia rumbo a Medellín, que fue el que se accidentó.
Originalmente ese mismo avión boliviano de LaMia iba a salir de São Paulo directo hacia Colombia, pero la ANAC no lo permitió porque según la legislación la nacionalidad de la empresa no puede ser diferente que el local de destino.
La ANAC citó el Código Brasileño de Aeronáutica y la Convención de Chicago para argumentar el veto.
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"El solicitante fue avisado de la negativa, de que la operación sólo podría ser realizada por una empresa brasileña o colombiana, tenemos dos acuerdos internacionales en vigor", remarcó la ANAC en un comunicado.