El objetivo es que los estados miembros de la OEA "sean los principales financiadores de ambos órganos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos" con una partida anual de 18,2 millones de dólares, señala la OEA en un comunicado.
"Con este presupuesto se busca garantizar la sostenibilidad y previsibilidad de los fondos disponibles para los dos órganos del sistema, mejorando su capacidad de planificación y gestión", añade el organismo.
De los 18,2 millones de dólares 11,2 se destinarían a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y los 6,9 millones restantes a la Corte.
La CIDH, que atraviesa una difícil situación financiera, es un organismo que estudia denuncias individuales, solicita medidas cautelares de protección, observa el panorama regional de los derechos humanos, realiza recomendaciones a los países y eleva casos a juicio ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que también es un órgano autónomo de la OEA.