"Deyab presentó su solicitud de reunificación familiar que fue aprobada por la Comisión del Refugiado (CORE) con fecha 20 de enero de 2015", pero "el interesado retractó verbalmente su voluntad de que su familia fuera reunificada en numerosas ocasiones", dijo el canciller Rodolfo Nin Novoa en una rueda de prensa rodeado de la plana mayor de su cartera.
Según Nin Novoa, las autoridades solicitaron a Deyab que confirmara su voluntad de reunirse con su familia el 4 de febrero y el 22 de octubre de 2015, el 29 de febrero y el 16 de marzo de 2016, "sin haber recibido respuesta en ninguna de ellas".
A partir de su solicitud, el sirio se puso en contacto directo con la Cruz Roja, entidad que se iba a ocupar de gestionar los trámites y costear los viajes.
El ministro aseguró que las autoridades uruguayas realizaron los trámites requeridos para otorgar visas de viaje a la esposa y los tres hijos de Deyab, que se encuentran en Turquía, y a su madre, que reside en el Líbano.
"La documentación referida se hallaba pronta a partir del 19 de octubre de 2015; con fecha 22 de octubre de 2015, el señor Deyab comunicó a la Cruz Roja que desistía de su propósito de reunificación familiar", dijo el canciller.
Deyab y otros seis liberados de la prisión militar de Guantánamo fueron acogidos por Uruguay el 7 de diciembre de 2014 y se les concedió estatus de refugiados de acuerdo a una ley nacional que recoge los principios internacionales de este estatuto de protección.
Uno de esos principios es el derecho a la reunificación familiar, que requiere la expresión de voluntad del refugiado y de sus familiares directos, así como la facilitación de trámites de los países concernidos: los de residencia e incluso los de tránsito.
En mayo de este año, Deyab volvió a pedir a la Cruz Roja que su familia viajara a Uruguay, pero solo para visitarlo y no como reunificación familiar, detalló Nin Novoa.
Entonces, según el ministro, "se reinicia el proceso para actualizar los documentos, visas y permisos de menor. A partir del 18 de mayo se instruye en ese sentido a los consulados de la República involucrados".
El consulado honorario de Uruguay en Estambul invitó por escrito a la esposa de Deyab el 3 de junio a concurrir el día 6 para recoger las visas, a lo que la mujer accedió en forma telefónica, pero no concurrió a la cita ni dio explicaciones, según Nin Novoa.
El mismo 6 de junio, Deyab viajó a la frontera uruguaya con Brasil para realizar un retiro espiritual durante el mes sagrado musulmán del Ramadán y luego se internó en territorio brasileño sin que se supiera más de él hasta que apareció el 26 de julio en el consulado uruguayo en Caracas, solicitando ayuda para viajar a un país árabe donde reunirse con su familia, asegurando que no quería retornar a Uruguay y pidiendo que, en su defecto, se lo devolviera a Guantánamo.
El ministro aseguró el viernes que el consulado honorario en Estambul recibió posteriormente un aviso de una persona que decía representar a la esposa de Deyab asegurando que la mujer no concurriría durante el Ramadán y declinando la oferta de una nueva cita.
Sin embargo, el viernes pasado Deyab dijo a la prensa que su esposa sí concurrió a retirar las visas, pero que ni siquiera se le permitió ingresar al lugar sin darle explicaciones.
La salud del sirio se encontraba el viernes muy delicada luego de que el hombre decidiera radicalizar desde el lunes la huelga de hambre que lleva adelante desde hace casi dos meses, negándose a ingerir líquidos.
Nin Novoa aseguró que continúa realizando gestiones para encontrar un país que quiera acogerlo y negó que hubiera alguna coordinación con Estados Unidos para estas solicitudes.
El Gobierno "se permite hacer un llamado al señor Deyab para que abandone la huelga de hambre y continúe con la búsqueda de un futuro mejor para él y para su familia", concluyó el canciller.
Deyab pasó más de 12 años en la prisión estadounidense de Guantánamo, donde fue torturado y sometido a alimentación forzosa, pero jamás se le formularon cargos; al momento de su liberación, Washington sostuvo en un escueto documento que no tenía ninguna prueba de que hubiera incurrido en actividad terrorista alguna.