Una parte de los espectadores comenzaron a proferir gritos contra el presidente y a los pocos minutos fueron replicados por un grupo menor de personas con el lema "Nuestra bandera jamás será roja", en alusión al color del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), la formación de la expresidenta Dilma Rousseff.
Temer rompió algunas de las tradicionales protocolarias habituales: no lució la banda presidencial ni desfile en el Rolls Royce descapotable para saludar a los asistentes, sino que se desplazó hasta la tribuna en un vehículo cerrado.
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En el desfile participan 3.300 militares y 1.200 civiles y el público estimado es de 30.000 personas, según informaron fuentes del Gobierno del Distrito Federal.
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 1 de septiembre de 2016
Es el primer desfile de la Independencia que preside Temer desde que llegara al poder la semana pasada, tras la destitución definitiva de Rousseff en el proceso de "impeachment" debido a maniobras fiscales irregulares.