El proyecto Anti-Trump que está siendo discutido entre los legisladores opositores, es "una respuesta preventiva ante las amenazas" del magnate neoyorkino de expulsar masivamente a mexicanos, construir un muro fronterizo a expensas de México y revertir o anular el Tratado de Libre Comercio de Norte América (TLCAN), vigente desde 1994.
Los electores ven incapaz a #Trump de hacer que #México pague el muro https://t.co/lENSzOdswp pic.twitter.com/Md2NfEujnc
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 4 de septiembre de 2016
El discurso utilizado por el aspirante a la Casa Blanca está dotado de dos componentes, "por un lado ignora la realidad de dos países, que han consolidado una gran colaboración y un proyecto comercial bastante sólido desde hace dos décadas", dijo el legislador abogado y economista.
México tiene una enorme masa de migrantes en EEUU, intereses comerciales y de seguridad, por lo tanto "debe responder con toda firmeza a esas pretensiones", argumenta el congresista, diseñador del proyecto de Ley Anti-Trump.
"Hemos escuchado su intensión de acabar con el TLCAN, que pretende ignorar los mecanismos e instrumentos previstos, amenaza con una decisión unilateral, que afectaría a tres países, eso es preocupante por su ignorancia y su impacto global", explica Ríos Piter.
Patrimonio amenazado
Las cifras del daño posible son enromes —reseña el legislador—: uno de cada tres trabajos que se generan en México están relacionados directa o indirectamente con el TLCAN, "esto significa una masa demográfica de alrededor de 15 millones de empleos", dice el líder de centroizquierda.
El TLC que permite un comercio bilateral de más de más de 500.000 millones de dólares, "significa un 20% del Producto Interno Bruto, y afectaría además a seis millones de empleos en EEUU y una buena parte del PIB de ese país relacionado con este tratado".
El discurso racista y xenófobo, que califica a de criminales y violadores a los mexicanos, es "una amenaza unilateral, implica una alama para México, y perturbando para toda la región de Norteamérica con un impacto mundial".
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Esta amenaza a la seguridad económica mexicana "debe ser conocida por la región de América del Norte y el mundo que se relaciona con ella, porque atentaría contra la estabilidad internacional, es un peligro para todos", enfatiza.
Este riesgo debe ser explicado a la población de los tres países involucrados, México, EEUU y Canadá, "por sus repercusiones internas en cada país y globales en el concierto de las naciones".
Independientemente del resultado electoral en los comicios de noviembre en EEUU, es indispensable que ese discurso "sea explicado contrarrestado, porque está cimentado en la desinformación sobre lo que significa la relación bilateral y del bloque regional".
La ley que se prepara, a cuyo primer borrador tuvo acceso Sputnik Nóvosti, establecería que México, en forma preventiva, se reservaría el derecho a la respuesta, si se actualiza una ruptura de TLCAN, con claros elementos para preservar la armonía y buen vecindario.
Si se convierten en realidad las amenazas, al otro lado de la frontera, México "pondría en operación las salvaguardas de los tratados comerciales, para defender sus intereses".
Ante un personaje que se mofa de cobrar México la construcción del muro, "debe quedar claro en las leyes que ningún solo peso del erario mexicano podrá a ser utilizado para esa amenaza".
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"Nadie en EEUU tampoco podrá expropiar las remesas que ganan con su trabajo los mexicanos y el país se reserva su derecho a analizar las herramientas de política pública para responder en reciprocidad".
