"Condenaron a una inocente y consumaron un golpe parlamentario", dijo Rousseff en sus primeras palabras tras ser destituida, acompañada de un nutrido grupo de mujeres en el Palacio de la Alborada, casa presidencial.
El juicio del Senado, que por 61 votos contra 20 determinó este miércoles su destitución "es un frade que recurriremos en todas las instancias posibles", dijo Rousseff.
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Se refería al recurso ante el Tribunal Supremo Federal que su defensa presentará contra el resultado del juicio político.
"Causa espanto que la mayor operación anticorrupción lleve justamente al poder a un grupo de corruptos investigados", remarcó Rousseff en referencia a las consecuencias de la Operación Lava Jato, el proceso judicial que investiga una gigantesca trama de sobornos y lavado de dinero entre empresas y políticos de casi todos los partidos.
La expresidenta remarcó en varias ocasiones que los senadores derribaron a la primera mujer presidenta del país y añadió que el “golpe” no solo es contra ella, sino contra las mujeres, los negros, los indígenas y la población LGTB que sufrirán las políticas del nuevo Gobierno.
"El golpe es contra el pueblo y contra la nación; es misógino, homófobo y racista; es la imposición de la cultura de los prejuicios y la violencia", aseveró.
En un pasaje de su discurso citó al antropólogo Darcy Ribeiro al remarcar que "no me gustaría estar en el lugar de los que se juzgan vencedores; la historia será implacable con ellos, como ya lo fue en décadas pasadas".
Finalmente, Rousseff sostuvo que deja la presidencia tal como llegó, sin haber cometido ningún acto ilícito, y agradeció el apoyo de los brasileños que creen en la justicia "en todas sus dimensiones".
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El discurso de Rousseff se produjo casi de sorpresa y apenas una hora antes de que el presidente interino Michel Temer tome posesión del mandato en el Congreso.
