Las cámaras de seguridad de un colegio público grabaron el momento en que la mujer, de 32 años, invadió el centro para robar alimentos del comedor escolar. La policía recibió la llamada de alerta justo después del hurto.
La brasileña intentó escapar caminando por los tejados de las casas cercanas al lugar del crimen y, en una acción desesperada para no ser detenida, se quitó toda la ropa para camuflarse.
La policía logró detenerla. Ella confesó haber invadido la escuela anteriormente para alimentarse. Debido a las bajas temperaturas y a la lluvia, tuvo que ser internada en un hospital con signos de hipotermia.