"Probablemente por razones políticas se está tratando de reducir el proceso de paz a una simple desmovilización como ocurrió con los paramilitares", lo que fue "muy importante y muy benéfico para el país, pero no fue un proceso de paz", dijo Jaramillo en declaraciones recogidas por la emisora Blu Radio.
Entre 2003 y 2006, durante el Gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe, férreo opositor a los acuerdos de paz, se llevó a cabo un proceso de desmovilización del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia.
El alto comisionado para la paz destacó que la búsqueda de un verdadero proceso de paz es detener la guerra, la cual se ha cobrado la vida de miles de soldados y policías en Colombia, quienes han buscado combatir a las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
"Lo primero que tenemos que hacer (es) parar la guerra", enfatizó Jaramillo, quien destacó que para ello es necesario que la comunidad apruebe los acuerdos de La Habana mediante el plebiscito por la paz, el cual es "una oportunidad que se da una vez en una generación para dejar atrás la guerra".
El funcionario agregó que con ese mecanismo de refrendación "se trata de romper (con) los ciclos históricos de violencia en Colombia y de entre todos construir la paz" para las próximas generaciones.
El Gobierno colombiano y las FARC mantienen diálogos de paz en La Habana desde noviembre de 2012 con el objetivo de lograr un armisticio que ponga fin a un conflicto armado interno de más de medio siglo de existencia.
Dicho conflicto, que ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, agentes del Estado y grupos narcotraficantes, es el más antiguo del continente y ha dejado unos 300.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados, según reportes oficiales.
