El homicidio fue perpetrado cuando el funcionario municipal de la localidad rural de unos 7.000 habitantes conducía su vehículo particular, por una carretera que conduce al poblado enclavado en la empobrecida sierra Mixteca.
En septiembre de 2015, el alcalde había sufrido un atentado cuando fue asaltada su casa, recibió una golpiza, robaron un millón de pesos en efectivo (unos 50.000 dólares) y se llevaron una camioneta oficial de la alcaldía.
El 23 de julio pasado, fue asesinado el alcalde de un pueblo de las montañas de Guerrero, Ambrosio Soto, quien había sido amenazado por el crimen organizado; y ese mismo día fue linchado el alcalde y cuatro funcionarios municipales del pueblo indígena San Juan Chamula, en el sureño Chiapas.
Analistas consideran que el eslabón más débil de la seguridad en México son los alcaldes, bajo fuego del crimen organizado, ante la demora en la formación del mando único policial en cada uno de los 32 estados de la federación, que reemplace a cientos de pequeñas corporaciones municipales en 2.400 alcaldías.