Los trabajadores de la funeraria preparaban el cadáver para pasarlo de la camilla del hospital al ataúd, cuando uno de ellos se desmayó del susto al sentir la respiración de la mujer, que después volvió a ser ingresada en el hospital en estado grave.
Los sanitarios que habían certificado la muerte aclararon en un comunicado para la prensa que la paciente se encontraba en "situación de coma profundo con lesión del tronco cerebral irreversible y pre-mortem".
"Los médicos me han dicho que eso puede ocurrir. Mi mamá es capaz de estar seis o siete minutos sin respirar. Nosotros estuvimos ahí y ella no respiraba", comentó el hijo de la mujer, que se vio obligado a comunicar la noticia a todos los familiares, que estaban preparándose para asistir a la ceremonia de entierro.