"Se informa que mañana, jueves 23 de junio, el Presidente Enrique Peña Nieto asistirá a la República de Cuba para estar presente en la firma de los acuerdos de paz en Colombia", dice un escueto comunicado enviado a la prensa extranjera acreditada cerca de la medianoche por la Presidencia.
La ceremonia en Cuba será encabezada por el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon.
La mañana de miércoles, el Gobierno de México había celebrado el acuerdo del cese al fuego definitivo entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), dijo en una declaración de canciller mexicana.
El acuerdo para poner fin a las hostilidades, bilateral y definitivo, "es un anuncio que celebramos y que se oficializará mañana en La Habana" en presencia del líder de la ONU, dijo la secretaria mexicana de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz, en una conferencia de prensa.
La responsable de la diplomacia mexicana ha aplaudido que el gobierno colombiano de Juan Manuel Santos, "ha emitido ya un comunicado dando a conocer a la comunidad internacional que se ha logrado un acuerdo entre el Gobierno y los representantes de las FARC".
El anuncio oficial hecho por las partes no mencionaba a líder mexicano, y relataba que, además del líder de la ONU y el presidente Santos, el comandante de las FARC, Timoleón Jiménez, acudirán los mandatarios de los países garantes, Raúl Castro de Cuba, el canciller de Noruega, Borge Brende, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet; y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Las delegaciones del Gobierno de Colombia y de las FARC han informado el histórico acuerdo que, contempla además "la dejación de las armas; las garantías de seguridad y la lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores de Derechos Humanos, movimientos sociales o movimientos políticos", de acuerdo con el comunicado conjunto.
Esa lucha también incluye el combate a "las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz".