En concreto, las protestas se saldaron con cuatro detenidos después de que los manifestantes cortasen, con una barricada a la que prendieron fuego, una de las principales avenidas de la ciudad más poblada del país, el Viaducto de Anhangabahú, que conecta el corredor norte con el aeropuerto Internacional de Guarulhos.
Taxistas protestam em São Paulo contra aplicativos como o Uber https://t.co/mEoXNz168q pic.twitter.com/cHLXfMYbAb
— UOL Notícias (@UOLNoticias) 29 апреля 2016 г.
Cabe recordar que un reducido número de taxistas de la Cooperativa de Taxi de Brasil pasaron la madrugada del martes al miércoles en las inmediaciones de la Alcaldía de la ciudad, situada cerca del Viaducto de Chá, bloqueando las entradas y salidas del edificio oficial con una barrera compuesta por más de 25 taxis.
De hecho, el decreto obligará a pagar a las empresas diez centavos de real brasileño (0,03 dólares) por cada kilómetro avanzado, una medida que, según Haddad, tiene como idea principal regular este nuevo modelo de negocio y que funcione como una flota capaz de absorber la demanda de la ciudad.
El pasado 8 de abril cientos de taxistas colapsaron las principales avenidas de Sao Paulo y exigieron la prohibición de un sistema al que calificaron de "clandestino" y que, según las Cooperativas de Taxi de Brasil, se trata de un claro ejemplo de competencia desleal y alegaron la exclusividad del servicio establecida por ley en 2011.
Según las cifras oficiales, la flota de taxis de Sao Paulo es la mayor de todo Brasil con 33.922 licencias, seguido de Río de Janeiro con 33.000, Salvador de Bahia con 6.996, Belo Horizonte con 6.576 y Recife con 6.125, lo que otorga a Sao Paulo una de las mayores concentraciones de taxistas por habitante del mundo con 350 profesionales por persona, un mercado enormemente competitivo.