"En las colecciones de nuestros museos, además de la famosa espada de Bolívar, contamos con un grupo de armas que perteneció al Libertador y que nos llenan de orgullo; hoy no disponemos de 2,5 millones de dólares en nuestro presupuesto para participar", dijo la ministra de Cultura de Colombia, Mariana Garcés, al diario bogotano El Tiempo.
Garcés agregó que aunque los bienes tienen un valor incalculable, "no puede afirmarse que sean patrimonio nacional".
Las armas, que incluyen un estuche original marcado por el armero personal de Napoleón Bonaparte, Nicolas Noël Boutet, pertenecieron inicialmente al primer presidente de los Estados Unidos, George Washington, tras lo cual pasaron a su discípulo, el Marqués de La Fayette, quien se las obsequió a Bolívar como signo de admiración en 1825.
Finalmente, las pistolas pasaron a manos de un comprador de armas en Suramérica en los años 70.
Hoy en día una mujer estadounidense mantiene la propiedad de las armas, las cuales, según historiadores citados por El Tiempo, no habrían sido disparadas nunca por Bolívar, quien comandó sus batallas con espada.
