"Esta paz – que siempre he dicho que no es mía, ni siquiera de mi Gobierno, sino de todos los colombianos – tendrá toda la legitimidad a través del plebiscito que convocaremos para que sea el pueblo el que tenga la última palabra, el que decida", dijo Santos al hacer entrega de las cartas credenciales a los nuevos embajadores de China, El Salvador, Reino Unido y la Unión Europea, según informó la Presidencia.
El lunes, en una carta pública dirigida al Gobierno colombiano, las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) se mostraron nuevamente en desacuerdo con la propuesta de la administración de Santos de utilizar el plebiscito como mecanismo para refrendar los acuerdos a los que ambas partes han llegado, y reiteraron que su posición es la de adoptar una Asamblea Nacional Constituyente como mecanismo de refrendación.
"Éste (el plebiscito) no es ni la vía política ni el instrumento jurídico-constitucional adecuado para lograr la refrendación del acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera", señalaron las FARC en una extensa misiva firmada por el Estado Mayor Central de esa organización.
En la misma, la insurgencia hace énfasis en que la propuesta del plebiscito entraña "un serio déficit democrático al fijar un menguado umbral del 13 por ciento del censo electoral" para la refrendación de los acuerdos, esto en virtud de que el Gobierno decidió reducir el umbral de votantes a favor de los acuerdos.
Tras conocerse el pronunciamiento de las FARC, el presidente Santos escribió en su cuenta de Twitter: "Lo que se firme en La Habana lo someteré a plebiscito, les guste o no".
Previamente, durante el Encuentro Nacional de Jóvenes por la Paz, que se llevó a cabo en la Universidad Libre de Bogotá el pasado 12 de noviembre, el mandatario colombiano había dicho a las FARC que se "bajen de esa nube", porque "asamblea constituyente no va a haber".