En paralelo con la cumbre de la Celac, ambos jefes de Estado expresaron la disposición de sus Gobiernos para "atender la situación de migrantes cubanos en Panamá".
La estrategia privilegia "el respeto a los derechos humanos y se apega a la legislación migratoria de cada país involucrado", indica un comunicado de la Presidencia mexicana.
Ambos países tienen un Tratado de Libre Comercio vigente desde de julio de 2015, y Panamá se ubica como el cuarto socio comercial de México en Centroamérica (detrás de Costa Rica, Guatemala y Nicaragua).
El 13 de enero pasado, el primer grupo de 180 migrantes cubanos que estuvo varado en Costa Rica desde mediados de noviembre de 2015, llegó al sur de México, y recibieron visas de tránsito que les permite seguir hacia la frontera con EEUU, como parte de un acuerdo multinacional de los países involucrados.
Los migrantes buscan ampararse a la ley estadounidense de Ajuste Cubano aprobada durante los primeros años del Gobierno de Fidel Castro en el marco de la pasada Guerra Fría, en 1966, conocida como "Pies secos, pies mojados".
La crisis estalló cuando el Gobierno de Nicaragua cerró el paso en su frontera con Costa Rica, y miles de migrantes cubanos quedaron varados allí en refugios temporales. Otro grupo de unos 2.000 cubanos está frenado en Panamá, intentando entrar a Costa Rica.