El mandatario colombiano, quien se encuentra en Cartagena (norte), hizo pública su decisión al término de la segunda y última jornada de la primera reunión del año sobre el proceso de paz con el equipo negociador del Gobierno, y en la cual se reconocieron los puntos que resta por finiquitar en el acuerdo que se desarrolla con las FARC con el objetivo de alcanzar la firma definitiva del armisticio el próximo 23 de marzo.
El objetivo de la reforma legal que persigue Santos es hacer posible la concentración de los miembros de las FARC en las zonas de ubicación acordadas en la mesa de negociaciones en La Habana (Cuba), para lo cual el Gobierno debe prestar las debidas garantías de seguridad personal y jurídica.
Santos agregó que en el marco de la reunión —de la que no hizo parte ningún representante de las FARC- le dio instrucciones al ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, así como también a los altos mandos militares y de la policía, para que concentren sus esfuerzos en la lucha contra las bandas criminales (reductos del paramilitarismo), que en adelante serán el objetivo que deberán combatir las Fuerzas Armadas.
"Una de las prioridades es la lucha contra el crimen organizado y las llamadas 'bacrim'. Le dimos instrucciones al ministro de Defensa y altos mandos para que se reúnan por lo menos una vez a la semana, también con la Fiscalía, para analizar el trabajo semanal que se va a realizar y se está realizando en esa lucha", precisó Santos.
El Gobierno colombiano mantiene diálogos de paz con las FARC en La Habana desde noviembre de 2012, y aspira alcanzar un acuerdo de paz "definitivo y duradero" el próximo 23 de marzo o incluso antes, lo cual pondría fin a un conflicto armado interno con ese grupo que ya cumple más de medio siglo de existencia y que es considerado el más antiguo del hemisferio.
Los diálogos de paz entre los delegados del Gobierno y los representantes de esa guerrilla se reanudarán el próximo 12 de enero en La Habana, luego de un receso por las fiestas de Navidad y Año Nuevo, tras lo cual se espera sostener una sesión ininterrumpida de negociación para lograr oportunamente la firma del armisticio.