A pesar de que todavía se trata de una sospecha, los exámenes sobre muestras de agua recogidas en la región por los técnicos del IBAMA confirmarán en los próximos días si hubo o no contaminación mientras que la empresa minera Samarco, propiedad de las multinacionales Vale S.A y BHP Billiton, iniciarán un serie de recogidas de muestras propias entre el río Doce y Abrolhos.
La catástrofe de Samarco provocó 15 muertes y fue uno de los asuntos destacados en la pasada Cumbre del Clima de París donde la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, llegó a calificarlo como "el mayor desastre ambiental de la historia" del país sudamericano y anunció severas consecuencias para las compañías mineras responsables por el vertido, unas consecuencias que por el momento únicamente se han traducido en una multa de 250 millones de reales (61,7 millones de dólares).