"Ella ya anunció que no se va a retirar, va a tratar de conducir el peronismo con una estrategia de oposición dura", comentó Marcos Novaro, sociólogo y director del Centro de Investigaciones Políticas (Cipol).
Sin embargo, se enfrenta a la compleja interna del Partido Justicialista (peronista), cuyo sector mayoritario forma parte de la coalición de Fernández, el Frente para la Victoria (FpV) con otros grupos de izquierda o centroizquierda, pero que contiene alas francamente contrarias a la exmandataria.
Para Martín D'Alessandro, director de la Sociedad Argentina de Análisis Político (Saap), el peronismo va a tener un proceso de renovación en el que Fernández arriesga a perder presencia y poder.
"Siempre que el peronismo se ha transformado, lo ha hecho en la dirección de los vientos nuevos. Como el clima ha cambiado, puede que busque una posición menos vertical, con un liderazgo más tradicional y más en sintonía con el Gobierno", explicó.
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En este probable escenario, el rol que asuma el peronismo en la oposición será determinante para Fernández.
"Si el peronismo se radicaliza como oposición, su figura crece. Si el peronismo es más colaborativo y más moderno, su figura disminuirá", consideró el politólogo.
Dos escenarios
Para Novaro, en tanto, todo dependerá del desempeño de la nueva administración, encabezada por el centroderechista Mauricio Macri, en sus primeras etapas.
"Si decepciona muy rápido, Cristina tiene alguna posibilidad, y el peronismo va a tener poco tiempo para recomponerse fuera del control que ella ejerce", opinó.
Por su parte, el director de Cipol recordó que para mayo de 2016 están previstas elecciones en el Partido Justicialista, que incluye sectores contrarios a Fernández y su proyecto político.
Si hasta entonces hay una caída en las encuestas de Macri, y Cristina se mantiene fuerte en las encuestas, muchos peronistas van a evitar hacerla a un lado, pues no habría una figura de recambio y ella podría darle la victoria (al peronismo) en dos años", en las elecciones legislativas que tendrán lugar en 2017, explicó.
Ésta, sin embargo, sería una posibilidad remota, consideró Novaro.
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La otra alternativa es que Fernández "caiga" y que el peronismo "intente un recambio sin ella".
En este escenario, el Gobierno nacional podría negociar con aquellos dirigentes peronistas que "se muestren más amistosos", consideró Novaro.
Nuevos dirigentes
"Massa se postulará como senador por Buenos Aires en 2017; si para entonces sigue siendo el interlocutor de Macri, puede convertirse en exponente de un peronismo constructivo y, en ese caso, tiene posibilidades de derrotar al peronismo kirchnerista en esa provincia", opinó el director de Cipol.
En este punto coincidió D"Alessandro, para quien Fernández perderá posiciones dentro del peronismo en detrimento de otros protagonistas, como De la Sota o el gobernador de Salta (norte), Juan Manuel Urtubey.
"Cristina ya no asegura la victoria de las segundas o terceras líneas del peronismo", afirmó el titular de la Saap.
Según Novaro, otros dirigentes peronistas, como el excandidato oficialista a la presidencia, Daniel Scioli, o el exministro de Interior y Transportes, Florencio Randazzo, desarrollarán también esa estrategia.
"Estarán más reticentes a seguir a Cristina (Fernández) mientras hacen un juego de complicidad con los gobernadores, que esperarán a que llegue mayo", opinó.
Cristina Fernández de Kirchner, una abogada de 62 años que ha amasado una considerable fortuna, gobernó Argentina por dos períodos consecutivos desde 2007 y fue antecedida por su esposo, el fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007).
