"Frente a una presidencia disminuida, la Asamblea Legislativa emerge como un gran poder, lo que obliga a la oposición a trabajar por la estabilidad, con proposiciones positivas ante la carestía, la escasez y el desempleo", dijo Hernández.
El Consejo Nacional Electoral adjudicó 107 bancas a la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), frente a 55 del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y restan por asignar 2 escaños de la Asamblea, que cuenta 167, tan pronto finalice el escrutinio.
La MUD está muy cerca de obtener los dos tercios y en condiciones tanto de dictar nuevas leyes como de remover ministros y otros funcionarios, revisar el presupuesto del Estado y someter al Ejecutivo a un severo control.
Pero en lo político "el gobierno entra en un período de disolución, de cuenta regresiva, y en mi opinión difícilmente llegará a su término previsto (enero de 2019)", advirtió Ramos.
Las elecciones se celebraron con un panorama económico marcado por carestía, rápida duplicación de los precios de los alimentos, escasez de bienes esenciales y una incesante depreciación frente al dólar de la moneda local, el bolívar.
"Soportamos dos años de guerra económica, librada por el imperio y la burguesía local, y ahora vienen por el objetivo de cambiar lo que logramos en 15 años", dijo a Sputnik Nóvosti el dirigente del PSUV, Ángel Rodríguez, diputado al Parlamento Latinoamericano.
Maduro, a su vez, dijo, al reconocer los resultados en la madrugada del lunes, que "en Venezuela no ha triunfado la oposición, ha triunfado circunstancialmente una contrarrevolución que ha impuesto su escenario y su guerra".
La alternativa, dijo el presidente, es "acelerar una profunda revolución económica productiva. No es tiempo de llorar, sino de luchar".
Para el politólogo Luis Salamanca, docente de la Universidad Central y ex rector del CNE, "económicamente el país está al borde, más que de una recesión, de una gran depresión que afectará el modo de vida de toda su gente, y ante eso la población exigirá cambios tanto al gobierno como a la Asamblea".
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En su opinión, los ciudadanos comprendieron que están ante "un modelo sin perspectivas" y esperan respuestas, por eso con esta votación "han encontrado la veta y la explotarán hasta conseguir el cambio político".
