"Las razones que fundamentan la petición son inconsistentes e improcedentes. No existe ningún acto ilícito practicado por mi persona, ni existe ninguna sospecha contra mi por desvío de dinero público, ni tengo cuentas en el exterior", añadió la presidenta en una clara referencia a las acusaciones que estaría sufriendo el propio Cunha quien está siendo investigado por el Ministerio Público por la ocultación de cuentas bancarias en Suiza por valor de 2,4 millones de dólares.
"En los últimos días la prensa notició el interés en el trueque de los votos de los miembros del Gobierno en el Consejo de Ética a cambio de archivar las peticiones de impeachment. Jamás aceptaría o aprobaría cualquier tipo de chantaje. Mucho menos con las personas que atentan contra el libre funcionamiento de las instituciones democráticas del país, bloquean la justicia y ofenden los principios morales y éticos que deben gobernar la vida pública", sentenció.
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Por último, la presidenta hizo un llamamiento a la tranquilidad de los brasileños y dijo tener "absoluta convicción y tranquilidad en cuanto a la improcedencia de la petición como a su justo archivamiento", para concluir: "No podemos dejar las conveniencias y los intereses indefendibles afectar a la democracia y la estabilidad de nuestro país".