“Me reuní con Enrique Peñalosa, alcalde electo de Bogotá. Acordamos trabajar juntos por el futuro de la capital”, confirmó a su vez Santos en su cuenta en la red social Twitter.
Me reuní con @EnriquePenalosa, alcalde electo de Bogotá. Acordamos trabajar juntos por el futuro de la capital. pic.twitter.com/jbpBooIMGf
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) 26 октября 2015
Peñalosa obtuvo en las elecciones del domingo el 33 por ciento de los votos, según el escrutinio casi total de las mesas electorales, superando al candidato que contaba con el apoyo de la mayoría de los partidos que conforman el Gobierno nacional, el centrista Rafael Pardo (28,5 por ciento), y a Clara López, la candidata del partido de izquierda Polo Democrático (18,3 por ciento).
Santos y Peñalosa estuvieron acompañados por el vicepresidente Germán Vargas Lleras, quien respaldó la campaña de Peñalosa a la alcaldía a través de su partido Cambio Radical.
Analistas califican a Vargas Lleras como el real ganador de estos comicios, ya que el triunfo de Peñalosa lo dejaría con una base sólida para intentar suceder a Santos en las presidenciales de 2018.
“Obviamente, trabajarán juntos y buscarán puntos en común, pero de ahí a pensar que Peñalosa va a ser el gran jefe de debate de Vargas Lleras, es algo que no se ve posible por ahora”, agregó Londoño a Sputnik Nóvosti.
Sea como fuere, el engranaje político entre ambos ya parece estar en marcha, puesto que al término de la reunión tripartita, Vargas Lleras confirmó que el Gobierno aprobará este lunes, en el Consejo Superior de Política Fiscal, los recursos para la construcción del metro de Bogotá, el principal objetivo de desarrollo urbano con el que Peñalosa dio impulso a su campaña.
Tales recursos están estimados en 9,6 billones de pesos (3.200 millones de dólares), para la primera etapa de las tres planificadas para construir el metro.
Por su parte, la administración distrital (Bogotá) aportará 4,4 billones de pesos (1.500 millones de dólares).
Petro fue, precisamente, uno de los grandes perdedores de los comicios del domingo, pues López, la candidata de su partido, obtuvo 222.590 votos menos que los ganados por el actual alcalde en 2011.
“Un partido (como el Polo Democrático) que administra por 12 años una ciudad se desgasta, pero esta vez fue un voto de castigo contra Petro porque la votación del Polo y de sus progresistas estuvo muy por debajo que sus anteriores guarismos. La gente que antes los había votado esta vez no los apoyó”, explicó Londoño a esta agencia.
A su juicio, lo que le resta a la izquierda en Colombia, especialmente en Bogotá, es “reflexionar sobre sus posibilidades de poder hacia futuro, y hacia la necesidad de hacer propuestas de convergencia y no de confrontación en los lugares donde tiene la oportunidad de gobernar”.
Mientras la izquierda se queda sin su principal bastión político, Bogotá, Peñalosa ya empieza a poner a rodar su maquinaria tan solo un día después de hacerse ganador de los comicios.
Entre sus planes se encuentra derogar los permisos para la construcción de rascacielos en la ciudad y prohibir las corridas de toros, una práctica muy cuestionada en Bogotá.