"Sacamos nuevamente alrededor de 80.000 personas a la calle por una educación pública, gratuita y de calidad y la marcha se enmarca en exigir esto, sin transar ningún punto de los que tenemos en nuestro programa", dijo el representante de la Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales.
La ley presupuestaria para el 2016 prevé un 7,6 por ciento de aumento para la educación, que alcanzará un presupuesto anual de más de 780 millones de dólares.
Fernández criticó que el Gobierno esté planeando crear un sistema de becas: "se sigue con la lógica del voucher encubierto, el Gobierno quiere financiar sólo 5 años de gratuidad (corresponde al tiempo de duración de las carreras), pero si tiene un límite es una beca, y cuando se termina se vuelve a la misma lógica de las bancas privadas que vienen a seguir endeudándonos por la educación", enfatizó.
Por otro lado el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, aseguró que se dispondrán cerca de 260 millones de dólares para la gratuidad que inicia en 2016, donde se contemplará a los sectores más vulnerables que cumplan los requisitos fijados por la presidenta Michelle Bachelet, publicó El Mercurio.
Sin embargo, una de las críticas que se le hace a la presidenta de Chile es que no definió claramente las características de quienes serían los beneficiados cuando presentó el presupuesto para el 2016.
"El próximo año, los estudiantes que pertenezcan al 50 por ciento más vulnerable del país, que estudien en entidades que no tengan lucro y que cumplan criterios de acreditación y participación no van a pagar su educación", dijo Bachelet según reseñó El Mostrador días atrás.
Las críticas no vienen solo de los estudiantes, sino también de las universidades privadas que temen sufrir pérdidas económicas con la nueva reforma.
Sin embargo, el presidente de la Comisión de Educación del Senado de Chile, Jaime Quintana, desestimó las críticas ante ese posible déficit y explicó que las universidades no pueden transformarse en una mochila para el Estado y aseguró que ninguna institución perderá recursos, publica este jueves La Tercera.
Los estudiantes chilenos se movilizan desde hace años para reclamar un cambio en el sistema educativo del país, con manifestaciones especialmente intensas en el 2011.
Durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) se definió que el sistema educativo sería atendido un 25 por ciento por el Estado y un 75 por ciento asumido por los estudiantes, generando un sistema elitista en el cual las familias de clase media deben endeudarse para acceder a los ciclos universitarios.
La reforma de la educación fue una de las banderas electorales de la actual presidenta Bachelet y los dos referentes de las marchas de 2011, Camila Vallejo y Giorgio Jackson, forman parte de la bancada de la coalición oficialista.