Una caída del 0,11 por ciento respecto a su previsión de la semana anterior y un efecto inmediato de la reciente pérdida de credibilidad del país en los mercados financieros internacionales después de que sus títulos de deuda pública pasasen a considerarse "bonos basura" por el hecho de haber presentado recientemente unos Presupuestos Generales para 2016 con un déficit primario de 30.500 millones de dólares (unos 7.900 millones de dólares).
En caso de que las previsiones del Banco Central se cumplan, el crecimiento de Brasil en el presente año será el peor desde la caída del PIB del 4,35 por ciento en 1990 y la primera vez en la historia del país en que se enlazan los años consecutivos de recesión que, además, podrán ser tres años según la previsión para 2016 que ha pasado en pocas semanas de un crecimiento del 1,8 por ciento a una caída del 0,6 por ciento.
Únicamente el nivel de inflación parece mantenerse estable según el principal organismo financiero brasileño en el 9,28 por ciento, una cifra muy cercana al 9,3 por ciento alcanzado en 2003, año de la llegada del Partido de los Trabajadores (PT) al poder, y muy por encima del límite teórico del 6,5 por ciento fijado por el gobierno a principios de año.
En el fondo, la fulminante ascensión del precio del dólar norteamericano respecto al real brasileño, un 40 por ciento acumulado en 2015 situándose en los 3,90 reales, ha actuado como un acelerador sobre los indicadores macroeconómicos del país sudamericano que además observa con preocupación una inevitable subida de los tipos de interés en Estados Unidos y las dudas sobre el nivel de crecimiento de China.
El gigante asiático no es solamente el principal socio comercial de Brasil con un comercio bilateral de casi 80.000 millones de dólares que deberá ampliarse a 100.000 millones en los próximos años, sino que además es el principal consumidor de las materias primas de América Latina y Brasil (soja, petróleo, azúcar,etc) por lo que una caída de su crecimiento afectará a países claves para el comercio brasileño como Argentina, Uruguay, Chile, etc. con un impacto claro sobre el conjunto de los países del Mercosur.