"Paiva murió durante un interrogatorio o de un ataque cardiaco", escribió el diplomático quien advirtió al embajador norteamericano, James Reardon, que si la noticia se diese a conocer "sus aliados iniciarán una campaña emocional y dura contra el gobierno brasileño por todos lo medios posibles" y recomendó "convencer" al gobierno para realizar un juicio público para calmar la opinión pública.
De igual manera, los documentos secretos revelaron el conocimiento de primera mano de los estadounidenses de las muertes de los activistas de izquierda Stuart Edgard Angel Jones y Virgílio Gomes da Silva, desaparecidos en 1971 y 1969 respectivamente, y que al igual que Paiva sucumbieron ante las torturas de sus captores en los edificios del DOI-CODI.
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Además, los documentos demostraron la complicidad norteamericana en la formación de 16 agentes del Ejército de Chile, en aquel momento bajo la dictadura de Augusto Pinochet, en la escuela de entrenamiento del Servicio Nacional de Informaciones (SNI) en Brasília.
Los documentos que tenían orden de permanecer clasificados por al menos 20 años, podrán ser finalmente consultados por el público brasileño a través de la página en internet del Archivo Nacional de Brasil a partir de este mismo jueves, por lo que, posiblemente, las noticias sobre la estrecha relación entre los generales de la dictadura brasileña y los gobiernos de Estados Unidos solo han hecho que comenzar.
