"La OEA despachara una misión a República Dominicana y Haití" entre los días 10 y 14 de este mes para "evaluar en el terreno la situación migratoria de la población haitiana y como parte de nuestra voluntad de facilitar una solución duradera que regularice el estatus de estas personas", dijo Almagro en su discurso, publicado por el sitio web de la organización.
El canciller haitiano, Lener Renauld, pidió la intervención de la OEA para evitar una "catástrofe humanitaria".
Junto a canciller d #Haiti Lener Renauld abordamos detalles d misión d @OEA_oficial q evaluará situación migrantes pic.twitter.com/lPjWMsAWDO
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) 8 июля 2015
"Existe un gran riesgo de que Haití se encuentre con decenas de desnacionalizados, el gobierno haitiano quiere evitar una catástrofe humanitaria", dijo, en su discurso en la sesión de la OEA, publicado por el portal noticiassin.com.
Haití, según Renauld, no acude a "pedir misericordia" ante la OEA. "Vine a exhortar a la República Dominicana a la razón, a decir que no a situaciones de familias divididas. Haití pide se respeten los derechos de sus compatriotas que viven en la República Dominicana", afirmó.
Mientras, República Dominicana rechazó en la misma sesión la versión de Haití, a la que acusó de montar "una campaña de desinformación".
"Para República Dominicana el gobierno de la República de Haití ha generado una campaña de desinformación con el solo propósito de ocultar la realidad, que es el total y completo abandono que hace de sus ciudadanos en territorio dominicano", dijo el embajador dominicano ante la OEA, Pedro Vergés.
Haití, afirmó, intenta "infundir temor en la comunidad internacional por una supuesta crisis humanitaria que se generaría al ellos recibir a sus nacionales".
"Es la primera vez que escuchamos de un país que un ciudadano suyo sobra en su propio territorio", añadió, asegurando que "Haití se comprometió a dotar a sus nacionales de los documentos requeridos para regularizarlos en República Dominicana" pero "nunca lo hizo".
Los dos países, cuyos territorios se encuentran en la isla de La Española, tienen una larga tradición de migraciones, sobre todo de haitianos hacia Dominicana.
Se estima que 11% de la población dominicana es de origen haitiano.
Además, Dominicana recibió a decenas de miles de haitianos indocumentados tras el terremoto de 2010 en el país vecino, que dejó más de 200.000 muertos.
Tema: Los seísmos en Haití causan miles de víctimas mortales
En 2013, el Tribunal Constitucional de República Dominicana rechazó un recurso de amparo presentado por una mujer nacida en ese país, cuyos padres eran haitianos sin residencia legal, y cuya partida de nacimiento dominicana le fue retenida cuando se presentó a tramitar su documento de identidad.
La Constitución dominicana determina que toda persona que nazca en su territorio tiene derecho a la nacionalidad, aunque sus padres sean extranjeros.
Pero el argumento del tribunal se basó en un artículo constitucional según el cual no pueden ser registrados los nacimientos de hijos de extranjeros que se encuentren "en tránsito".
El máximo tribunal fue más allá en su dictamen, pues ordenó a las autoridades revisar el estatus de todas las personas que hubieran nacido en Dominicana desde 1929 y cuyos padres fueran extranjeros indocumentados.
El resultado fue el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, que rigió entre el 1 de junio de 2014 y el 17 de junio de este año para todos los inmigrantes irregulares, que convirtió en apátridas a miles de personas, principalmente hijos de haitianos.
Según las autoridades dominicanas, algo más de 36.000 personas abandonaron el país voluntariamente desde el 18 de junio.
El secretario general de la OEA resumió la situación en la sesión de este miércoles. "Sabemos que se trata de un tema muy complejo que mueve sentimientos muy profundos en ambos países. En función de los informes que recibamos, trabajaremos para facilitar una solución basada en el derecho internacional y los derechos humanos que tome en cuenta a todos los actores involucrados", afirmó.
