"En lugar de recorrer los Estados Unidos hasta Europa los datos irán directos, con la ventaja de equipamientos más seguros que en la actualidad", explicó el presidente de Telebras, Jorge Bittar.
Bittar se refirió al riesgo de sufrir tentativas de espionaje por parte de la NSA norteamericana, una posibilidad que fue desvelada en 2013 por Edward Snowden y que llevó a Brasil a enfriar sus relaciones con el gobierno de Barack Obama.
Por su parte, el presidente de IslaLink, Alfonso Gajate, aclaró que "las redes europeas garantizan la confidencialidad de la información" y recalcó que "Europa, por estar entre África, Asia y América es el punto más importante para el intercambio de informaciones", para precisar que el proyecto tendrá un coste total de 185 millones de dólares de los cuales 25 millones serán financiados por la Unión Europea.
El proyecto previo del cable "antiespía" fue firmado por Dilma Rousseff en febrero de 2014 durante un congreso en Bruselas, Bélgica.
En aquella ocasión la presidenta, víctima del escándalo de espionaje como su homóloga alemana Ángela Mérkel, declaró que en pleno siglo XXI es "más necesario que nunca que se respete la privacidad, los derechos humanos y la soberanía de las naciones".
